Ingredientes
Flan de huevo
– 750 ml. de leche entera sin lactosa
– 5 huevos grandes
– 10 cucharadas de azúcar – Piel de medio limón
Caramelo líquido
– Canela en rama
– Un chorrito de coñac (opcional)
– 4 cucharadas de azúcar – 1 cucharada de agua
– Unas gotas de limón
Elaboración
Caramelo líquido
Ponemos cuatro cucharadas de azúcar en un cazo o sartén con una cucharada de agua y dejar que se vaya derritiendo el azúcar a fuego lento. En ningún momento removeremos con ninguna cuchara ni paleta, sólo moveremos el cazo para ir moviendo el caramelo conforme se vaya haciendo. Le echaremos también unas gotitas de limón para ayudar a que el caramelo no cristalice y quede líquido. Cuando el caramelo haya adquirido un color ámbar oscuro, retiramos del fuego para que no se queme y de un sabor amargo. Servimos en las flaneras, cubriendo toda la base, con cuidado de no quemarnos con el caramelo caliente.
Flan de huevo
Primero vamos a aromatizar la leche, calentándola con una ramita de canela y la piel de medio limón, hasta que de el primer hervor. Entonces retiramos del fuego y dejamos infusionando la canela y el limón con la leche hasta que se vuelva a enfriar a temperatura ambiente. Opcionalmente podemos añadirle un chorreoncito de coñac, para darle un punto especial.
Mientras se enfría vamos preparando los huevos. Para ello añadimos cuatro huevos grandes y dos yemas solas más. Incorporamos unas diez cucharadas aproximadamente de azúcar y batimos bien hasta conseguir una mezcla espumosa. Cuando la leche ya haya entibiado, la incorporamos a los huevos colándola con un colador. Mezclamos bien para incorporar todos los ingredientes. Cuando esté, vamos a llenar las flaneras con esta mezcla y las vamos a tapar con papel de aluminio.
Mientras habremos puesto el horno a precalentar a 200oC y un cazo de agua a calentar. Los flanes los vamos a cocinar al baño maría, colocando las flaneras en una fuente a la que añadiremos el agua caliente del cazo. Metemos la fuente al horno y dejamos los flanes horneándose 1 hora aproximadamente. Cuando queden diez minutos retiramos el papel de aluminio de las flaneras y continuamos horneando hasta que los flanes estén bien cuajados. Lo comprobamos con la hoja de una navaja, introduciéndolo y el flan, y si sale limpia es que el flan ya estará listo.
Ahora sólo queda dejarlo enfriar antes de meter en la nevera. Lo consumiremos al menos 24 horas después para que los sabores se hayan asentado bien.
A la hora de consumir sólo tenemos que desmoldar las flaneras, ayudándonos de la hoja de una navaja, metiéndola por los bordes para ayudar al flan a salir al ponerlo boca abajo sobre un plato.